Sí, siempre he querido ser madre. Siempre había soñado con ello y desde muy joven decía que quería serlo, a ser posible antes de llegar a los 30. Y oye, finalmente se ha cumplido
Es cierto que ser madre no es un camino de rosas, no es fácil y, a veces, hay situaciones que nos pueden superar, pero no lo cambio por nada.
Cuando miro atrás en mi propia vida y veo como era antes de que naciese mi hija, me doy cuenta de que ahora sí está completa. Antes, tenía todo el tiempo del mundo para mí. Podía hacer lo que quisiera, cuando y como quisiera. Ahora los horarios, para todo, los marca ella. Mi vida es diferente pero me encanta. La vivo de otra manera.
Sí, claro que a veces me encantaría tener un ratito para mi. Poder encerrarme en mi misma, hacer lo que quisiera de las cosas que hacía antes de ser madre. Pero en verdad no quiero volver a aquello, disfruto más con mi hija. Si puedo y me deja, genial. Si no, pues ya habrá otro momento. Pero no quiero volver, me gusta mi nueva vida.
Llevo en paro 4 años. A los dos años de estar parada me quedé embarazada y dejé de buscar trabajo en cuanto la barriga se hizo evidente. Ahora he vuelto a iniciar la búsqueda y en alguna he continuado a un segundo corte y por un lado me he emocionado, porque quiero volver a trabajar, necesito sentirme útil pero, por otro lado, me entra una pena horrible al pensar que dejaría de estar las 24 horas del día con mi hija. Dejaría de disfrutar de cada paso que da, de lo que aprende y hace por primera vez.
Es cierto que ser madre no es un camino de rosas, no es fácil y, a veces, hay situaciones que nos pueden superar, pero no lo cambio por nada.
Cuando miro atrás en mi propia vida y veo como era antes de que naciese mi hija, me doy cuenta de que ahora sí está completa. Antes, tenía todo el tiempo del mundo para mí. Podía hacer lo que quisiera, cuando y como quisiera. Ahora los horarios, para todo, los marca ella. Mi vida es diferente pero me encanta. La vivo de otra manera.
Sí, claro que a veces me encantaría tener un ratito para mi. Poder encerrarme en mi misma, hacer lo que quisiera de las cosas que hacía antes de ser madre. Pero en verdad no quiero volver a aquello, disfruto más con mi hija. Si puedo y me deja, genial. Si no, pues ya habrá otro momento. Pero no quiero volver, me gusta mi nueva vida.
Llevo en paro 4 años. A los dos años de estar parada me quedé embarazada y dejé de buscar trabajo en cuanto la barriga se hizo evidente. Ahora he vuelto a iniciar la búsqueda y en alguna he continuado a un segundo corte y por un lado me he emocionado, porque quiero volver a trabajar, necesito sentirme útil pero, por otro lado, me entra una pena horrible al pensar que dejaría de estar las 24 horas del día con mi hija. Dejaría de disfrutar de cada paso que da, de lo que aprende y hace por primera vez.
La maternidad para mí ha significado encontrarme a mi misma. Aprender día a día e intentar dar lo mejor de mi siempre, más de lo que hacía antes. Me ha enseñado a hacer caso omiso a mis miedos y fobias (todo lo que soy capaz) por ella, para mantenerla a salvo.
Por supuesto la maternidad no es fácil, no es todo tan bonito como podemos ver en las redes sociales donde el postureo está a la orden del día. Pero os aseguro que da igual cualquier día malo, todo lo compensan nuestros hijos. Todo. Ellos hacen que la maternidad sea lo mejor de nuestras vidas. Puedes acostarte después del peor día en muchos, pero cuando amanece y ves su carita todo se pasa.
Comentarios
Publicar un comentario